viernes, 12 de julio de 2019

Sin Antifaz


Crecer
Conocer y aceptar los claroscuros propios, aprender a convivir con los matices que no agregaríamos al curriculum y tener la honestidad de vernos y aceptarnos sin una gota de maquillaje en el alma…
Quitar la máscara a los miedos, para poder verles el rostro tal cual y enfrentarlos con una sonrisa que disimula el horror mientras la entraña se hace nudo. (Al menos ya no te echas a llorar, ya no tiemblas como flan, las piernas ya pueden sostenerte. Supongo que eso es ventaja!)

Por que no.
No.
Definitivamente no.
La vida no es color de rosa.
Absolutamente no!
Ni siquiera un poco…
Y nosotros, tampoco.
Nadie. Ni tu. Ni yo.
Nadie que pose en el espejo con el alma desnuda está libre de defecto. Nadie es transparente, nadie esta inmaculado! Nadie vive sin las cuerdas que nos atan a todos. A todos!

Y no. Tampoco es que el lente este empañado.
No es amargura.
No es pesimismo.
Son dosis de realidad.
Atroces dosis de realidad.
Cuando te asomas a las notas del día.
Cuando miras a tus hijos y piensas en el complicado futuro que les heredas.
Cuando ves la mirada perdida de quien prefiere compañía virtual que el olor y la calidez de quienes pululan a su alrededor en imperfecta pero real carne y hueso.
Cuando ves que la poca "humanidad" que alguna vez poseímos esta casi extinta.
Cuando sientes que soñar, sentir y reír de verdad es un lujo que se antoja mas inalcanzable que un Ferrari. Literal. En esta parálisis de monotonía y días iguales la verdadera odisea es sentirte viv@.

Todos estamos tan rotos. 
Cada vez más. 
Lo acepten o no, lo vean o no, TODOS somos un puñado de añicos mal pegados, la herramienta de trabajo de un colectivo de titiriteros, figurillas maltrechas y carentes de dignidad, obedeciendo a la inercia que tira de nuestras cuerdas, de buena gana o a regañadientes pero con el mismo inalterable resultado.
Nos engañamos. Miramos al de al lado y si lo vemos mas "jodido" que nosotros nos consolamos pensando: "no estamos tan mal", "podría ser peor". Nos refugiamos de la realidad en filosofías baratas, o caras, da igual, lo que nuestro bolsillo y nuestro condicionado intelecto pueda digerir para hacernos la estancia en este mundo mas llevadera. Hackeamos los espejos para que nos muestren una versión mas tolerable de nuestra verdadera identidad por que si nos atrevemos  a ver lo que hay bajo los filtros no podríamos seguir.

Los únicos que se salvan son los niños, los que aun poseen pureza y autenticidad.
Pero tampoco sobrevivirán. Por que los adultos somos títeres eficientes. Aliados perfectos para destruir sistemáticamente su escencia y convertirlos en un ente útil para este circo de marionetas... De a poco les llenamos sus cabecitas limpias de toda clase de basura, les empezamos a podrir el cuerpecito y crear vicios nocivos con toneladas de azúcar y chatarra, les robamos la voluntad a fuerza de "no´s implacables", les hacemos memorizar el manual, les cambiamos el chip para volverlos moldeables y controlables.... para convertirlos en nosotros. Les insertamos los hilos en la piel y les cosemos la lengua para que puedan formar parte del gran espectáculo de muñecos sin albedrío ejercible. 
Quizás al final del día ese es el mas grande de los crímenes.

Y si, ya lo sé.
Tampoco todo es negro.
Por que los rayos de luz se siguen filtrando aun en los lugares donde la oscuridad es mas densa.
Por que la esperanza esta herida pero no muerta.
Por que mientras haya un diminuto atisbo de conciencia no todo esta perdido.
Por que tal vez... tal vez, solo en un remoto y poco probable tal vez logremos enderezar todo lo que esta tan dolorosamente chueco, tan tristemente mal gastado, tan eficientemente anestesiado para no sentir que la herida esta más abierta que nunca y no aceptar que vamos caminando a pasos agigantados hacia nuestra propia autodestrucción.


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