Aquel día deicidió hacer la transacción mas arriesgada de su existencia:
apostó toda su cordura para comprarse una nueva confianza...
Alzo los brazos,
izo la bandera blanca
y cruzo los dedos para que no se la rompieran de nuevo...
Y salió ligerita,
con un acto de fe a cuestas,
mucho menos pesado que el traje de Teniente Escarlata que había usado todo ese tiempo....