martes, 9 de enero de 2018

Re-comenzar

La lluvia siempre me empuja a escribir. Lo limpia todo creo yo, y dan ganas de hacer lo propio con el alma. La mía anda muy desordenada, no es tarea fácil, pero por algo debo empezar. 

Las páginas en blanco me dan esperanza. 

La idea de re•comenzar siempre sera un farolillo capaz de romper hasta la oscuridad más densa. 

Que ganas de escribir la historia de nuevo, pero esta vez hacerlo bien. 

Que ganas de no soltar los sueños, de anclarlos con más firmeza para que no se vayan. 
Que ganas de volver a sentir paz. 
Que ganas de volver a enamorarme de la persona en el espejo. 
Que ganas de volver a sentirme eufóricamente viva! 

Desearía ser capaz de construir puentes en vez de hacer mas grandes los abismos, pero siempre me sale mal. 

Desearía romper las barras que me aprisionan en una rutina llena de vacío. Vivir con congruencia. Con la lista de prioridades de Deber y de Querer conviviendo en santa paz, pero eso requiere equilibrio de saltimbanqui y yo soy un flan. 
Desearía dejar de arrastrar esa maleta llena de lágrimas y dolores pasados, estoy tan cansada de cargar este peso inútil. Pero me la han soldado a las falanges. 
Desearía una pausa sin consecuencias. Desearía tiempo, silencio y una tregua que me permita encontrar respuestas. 
Desearía entender. Y mas importante aún, desearía Aceptar. Vivir y convivir con lo que no puedo cambiar sin dolor ni drama. 
Desearía encontrar consuelo en un corazón capaz de escucharme sin juzgarme, sin intentar decirme que hacer, un corazón como ese que extraño tanto. 
Desearía ya no sentir melancolía por los besos que no están mas. Y ser capaz de aceptar con alegría lo que hay. 
Desearía no tener los pasos tan enredados y un corazón tan preguntón. 
Desearía renunciar a mi apuro por saber, por siempre saber. Por que hasta ahora saber solo ha servido para derrumbar, para entristecer, para hacerme llorar. 
Desearía volver a creer. Creer en lo bueno y en lo bonito. Creer en las personas. Creer en los sentimientos. Volver a ver la magia oculta en lo cotidiano, en lo ordinario.
Desearía que todo volviera a tener sentido. Que mis pasos corrieran hacia un sitio al que de verdad quiero llegar.
Desearía ser Yo de nuevo... con mi inagotable optimismo y la imborrable sonrisa. 

No sé mucho de deidades. Tampoco creo ya en eso de cruzar los dedos, pedir deseos a las estrellas fugaces o soplar dientes de león. 

Sé que arreglar mi desastre es solo mi responsabilidad, y no hay poder que pueda auxiliarme y aún asi no tengo ni puñetera idea de como hacerlo. 

Se me escurre la vida. 

Tengo lo mejor, lo más bonito y no puedo disfrutarlo como corresponde por estar atrapada en mis absurdos sinsentido y mis dudas eternas.... 

Quizás lo logre. 

Quizás pueda repararme. 
O al menos lo intentaré. 
Aún creo que valgo la pena.